lunes, 9 de junio de 2014

OTOÑO


Tiempo de abrigo y refugio de sueños no realizados.

Indescriptibles formas vienen con el viento brusco que acapara y recorre hambriento, campos y arboledas que van desmadejándose, perdiendo todos sus frutos.

Túneles de sombras recogen los últimos rayos de Sol que perezosos deambulan antes de su desaparición en las cumbres.

¿Qué nos traerá este otoño que empieza?

Incertidumbre seguro, porque  los árboles están que se tambalean y no hay nadie que sujete y fertilice la tierra.

 Habrá que hacer  injertos de sabía nueva para reconfortar lo que ha crecido débil y con  desgana en los campos.

¿Qué se hará con las hojas que pierden su esplendor en días de tristeza?

Con los vientos huracanados que nos rodean, sería esencial aprovecharlas para nuevos frutos y todos los arboles estén de nuevo poblados de alegría.

No dejemos que las raíces estropeen el abono  puesto, que otras torrenteras de  agua las lleven a otros eriales   perdidos.

¿Qué se hará con los que no tienen refugio ni calor en invierno?, recogerlos debajo de lonas, tejidas de arañas y alambres oxidados sin fuerza ni aliento.

Cuanto hay que esperar a que brote de nuevo la ilusión y todos los árboles del mundo estén de nuevo poblados de hojas.

                                                                                  VIRPANA

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